Integrar la vegetación en la arquitectura, ese es el objetivo de los jardines verticales. Y es que, no sólo mejoran la calidad del paisaje de nuestras ciudades, consiguen unos altos beneficios ambientales con el mínimo consumo de agua y energía.
Un
jardín vertical no es nada más que un jardín "plantado" en una pared, normalmente mediante dos láminas de fibra de vidrio, con un sustrato de fibra de coco que permite que las raíces agarren.
Están siendo muy utilizados en sitios donde hay poco espacio para zonas verdes convencionales o dónde no hay muchos recursos de agua, ya que precisan muy poca para sobrevivir. Además, no sólo proporcionan una belleza estética, sino que sirven como filtros de aire, como reguladores térmicos –reducen hasta 8 grados la temperatura– y como aislante acústico –reducen hasta 10 db el ruido exterior–.
Pero no sólo existen los que se ponen en las fachadas –los más habituales–; hoy los jardines verticales entran en las casas para adornar las paredes del interior. Y esta es la nueva apuesta de la firma
FlowerBox.
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Muro Vegetal, de FlowerBox |
Las ventajas de disponer de un
muro vegetal en casa son varias: rebaja la contaminación ambiental y acústica, mejora la calidad del aire y reduce el consumo de energía por su efecto aislante con el exterior.
Los primeros ejemplos de este tipo de decoración los podemos ver ya en algunos restaurantes de Madrid, ¿te gustan?
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Restaurante Edulis. Foto: Jorge Flores |
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Restaurante Edulis. Foto: Jorge Flores |
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